Meditaciones para niños

El Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo

Ya hemos aprendido que hay un solo Dios. Prepárense ahora para escuchar algo que no entenderán. Eso no debe ser motivo de pena, porque nadie ha podido entenderlo; sin embargo, es una de las verdades más importantes que se hallan en la Biblia.

Voy a decirles porque es importante. Nuestro Padre que está en los Cielos es Dios ¿Pero saben ustedes que Jesús es Dios también y que el Espíritu Santo es Dios? Los tres son Dios; pero no hay tres Dioses, sino un solo Dios.

Probablemente me querrán preguntar cómo puede ser verdad eso. ¿Cómo pueden tres personas ser Dios si solamente hay un Dios? ¿Es posible que Jesús sea sólo otro nombre para Dios y que no sea Él una persona diferente? No, el Padre, Jesús y el Espíritu Santo no son tres nombres diferentes de Dios. Cada uno de los tres tiene una tarea distinta que hacer. Jesús y el Padre hicieron el mundo, las estrellas y todo lo demás, y Jesús es Dios. Jesús dijo: “Yo y el Padre una cosa somos.”

Y cuando Jesús volvió de la tierra al cielo para estar otra vez con Dios el Padre, nos mandó al Espíritu Santo, el que también es Dios, a estar con nosotros. Pero solamente hay un Dios. Algunas personas han tratado de explicar o de describir como tres personas pueden ser un solo Dios dando como ejemplo el trébol, el cual tiene tres hojas, pero es un solo trébol. Otras personas, tratando de ayudarnos a entender esto, nos dicen que pensemos en el agua. Algunas veces el agua se presenta en forma líquida como cuando la tomamos; otras veces en forma solida cuando se convierte en hielo; y algunas otras en vapor; pero sea cual sea la forma en que se presente; sigue siendo agua.

Estas ilustraciones pueden ayudarnos, pero no vamos a entender realmente estas cosas hasta que estemos con Jesús, Sin embargo, sabemos que son verdad, porque Jesús nos lo dice así en la Biblia.

Es muy importante que sepamos todo esto porque algunos han pensado que Jesús no es realmente Dios. Pero si Jesús no fuera Dios, no podría ser nuestro Salvador. Solamente Dios puede ayudarnos, Jesús nos ayuda porque Él es Dios.

No se preocupen si no entiende todas estas cosas. Cuando lleguemos al Cielo entonces sabremos todo; y mientras tanto podemos obedecer a Dios y amarle, no importa si no entendemos lo que a Él se refiere.

Una vez un hombre en la India porfiaba en pedir al misionero que le explicara la Trinidad pues esa es la palabra que usamos para decir que tenemos solamente un Dios y que el Padre, Jesús y el Espíritu Santo son Dios. El misionero trató de darle la mejor explicación. Cuando el hombre siguió preguntando, el misionero le contó la siguiente historia.

En un país lejano toda la gente se estaba enfermando y el rey mando medicinas a un médico para devolverles la salud. Uno de los enfermos le hizo al doctor tantas preguntas acerca del rey, al cual nunca había visto, que el doctor tuvo que emplear todo su tiempo en contestarle y no pudo repartir las medicinas entre los enfermos. El resultado fue que las personas que estaban enfermas se murieron.

Cuando el doctor fue a ver al rey este le pregunto si había repartido las medicinas entre los enfermos. “No,” dijo el doctor, “tuve que gastar todo el tiempo en explicar de dónde había conseguido las medicinas y no me quedo tiempo para dárselas.” Es importante saber lo de la Trinidad, pero nuestro trabajo consiste en decir a la gente que Jesús murió para salvarla, no en tratar de explicarles la Trinidad. Tenemos una magnífica medicina para sus almas y necesitamos usarla.

ALGO QUE LEER DE LA BIBLIA:
Marcos 1:9-11; Juan 16:7-15

PREGUNTAS:
1. ¿Cuántos dioses hay?
2. Nuestro solo Dios es tres personas diferentes ¿Sabes tú sus nombres?
3. ¿Puedes usar la ilustración del agua para explicar esto?
4. ¿Por qué hizo el doctor lo que no debía en tratar de contestar todas las preguntas?

ORACION:
Oh Dios, nuestro Padre Celestial, Tú eres demasiado grande para que te entendamos, pero te damos gracias porque podemos entender lo que es tu amor. Ayúdanos a crecer fuertes en tu amor y a darte todo honor. En el nombre de Jesús. Amén.

UN HIMNO QUE CANTAR:
A nuestro Padre Dios alcemos nuestra voz.
¡Gloria a Él!
Tal fue su amor que dio al Hijo que murió.
Y así nos redimió. ¡Gloria a Él!
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