Meditaciones para niños

Qué pasa cuando le pedimos a Jesús que sea nuestro salvador?

Hace mucho, mucho tiempo, millones de años antes de que ustedes nacieran, ya Dios sabía que ustedes iban a nacer y ya les amaba. Durante todos estos años Él estaba pensando en ustedes y esperando el día en que habrían de nacer.

Pero durante todo este tiempo Dios estaba triste porque sabía que casi tan pronto como nacieran harían cosas malas que Él no quería. Él sabía que ustedes nacerían con pecado en su corazón. Sabía que tendría que castigarlos por ser malos y encontró la manera de salvarlos. Se propuso sufrir el castigo El mismo en vez de castigarlos a ustedes. Así que se decidió que Jesús, el Hijo de Dios, dejara su hermoso hogar en el Cielo Y viniera a la tierra para ser castigado por los pecados de ustedes y los míos.

Y eso fue lo que pasó. Dios mandó a Jesús, y Jesús murió por ustedes, y ahora ustedes pueden pedirle a Jesús que sea su Salvador.

¿Se salvan de la gran ira de Dios los niños, sus papás, sus mamás que no quieren que Jesús sea su Salvador? No, deben querer Jesús, deben amarle y deben servirle.

Tal vez ustedes no saben cómo pedirle a Jesús que sea su Salvador. No es difícil hacerlo. Jesús ya sabe cuándo queremos ser salvados. Él quiere que nos acerquemos y hablemos con El sobre eso. Podemos hablar con Jesús por medio de la oración y decirle algo como esto: “Querido Señor Jesús, yo he hecho muchas cosas malas y he disgustado a Dios por las cosas que he hecho. Dios no quiere castigarme enviándome al Infierno, y por eso te castigó a Ti, Seños Jesús, en vez de mí. Él te castigó por mis pecados. Te doy gracias, Seños Jesús, por tu mucha bondad hasta el punto de sufrir y morir por mí. Yo no podía hacer nada, pero Tú me salvaste.”

No tienen ustedes que usar estas mismas palabras porque Dios sabe lo que quieren decirle, y no importan las palabras que usen. Pero a veces el decir las palabras nos ayuda a comprender lo que Jesús ha hecho por nosotros.

Un papá acostumbraba tomar a su hijito en los brazos y hablarle acerca de Jesús. El niñito en los brazos y hablarle acerca de Jesús. El niñito nunca se cansaba de oír esa bella historia. Un día, mientras el niñito estaba sentado sobre una de sus piernas, el papá le preguntó: “¿Le gustaría a mí niñito ir al Cielo?”

“Sí, papá, claro que me gustaría,” respondió el niñito.

“Pero,” le dijo su papá, “¿cómo puedes ir al Cielo? En tu corazoncito hay pecado. ¿Cómo esperas ir adonde está Dios?”

“Pero todos somos pecadores, papá,” dijo el niño.

“Es cierto,” le respondió su papá, “pero Dios ha dicho que solamente le verá los puros de corazón. ¿Cómo puede entonces ir allí mi hijo?”

El niño se puso muy triste y comenzó a llorar. Pero de pronto en vez de llorar comenzó a sonreír y le dijo a su papá: “¡Papá, Jesús puede salvarme!”

Sí, Jesús tuvo mucho gusto en salvar a aquel niñito y también los quiere salvar a ustedes. ¿Le han pedido a Jesús que los salve? Él quiere que le hablen de eso.

ALGO QUE LEER EN LA BIBLIA:
Juan 3:1-18

PREGUNTAS:
1. ¿Quién fue castigado por tus pecados?
2. ¿Tenemos que pagarle dinero a Jesús para que nos salve?
3. Si le damos una gran cantidad de dinero ¿nos salvará?
4. ¿Por qué murió Jesús en la cruz?

ORACIÓN:
Querido Seños Jesús, sabemos que nunca podremos pagar suficiente dinero para ir al Cielo, pero te damos gracias porque Tú nos has dado la vida eterna sin que nos cueste nada para que podamos estar contigo en el Cielo para siempre. Te agradecemos mucho esto en tu bendito nombre. Amen

UN HIMNO QUE CANTAR:
¡Cuán glorioso es el cambio operando en mi ser Viniendo a mi vida el Señor! Hay en mi alma una paz que yo ansiaba tener La paz que me trajo su amor. ¡El vino a mi corazón! ¡El vino a mi corazón! Soy feliz con la vida que Cristo me dio. Cuando el vino a mi corazón.

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