Meditaciones para niños

Dios prepara un Salvador

ya hemos leído de aquel día triste y oscuro cuando Adán y Eva pecaron. Los amigos de Dios se convirtieron en sus enemigos. El corazón de Adán y de Eva se hizo malo. Satanás había entrado en él y estaba haciendo que todo marchara mal.

Pero Dios no deseaba que Adán y Eva tuvieran corazones malos; no quería que vivieran para siempre alejados de El en las tinieblas de Infierno. Dios amaba mucho a Adán y a Eva, aunque había tenido que castigarlos. Dios los amaba mucho a ustedes, aunque le han hecho mucho mal con sus pecados.

Dios tuvo un plan para no tener que castigarlos a ustedes. Su plan fue castigarse a sí mismo por los pecados de ustedes para que ustedes no fueran castigados. Dios dijo: “Yo sufriré para que los niños y las niñas, y sus papás y sus mamás no tengan que sufrir. Yo mandaré a la tierra a Jesús, mi único Hijo, y El morirá por los pecados de ellos.”

Y esa es la razón por qué Jesús nació como un bebé en Belén. Esa es la razón por qué El creció sin hacer ni una cosa mala, ni las más pequeñitas. Pero Dios le castigó. ¿Lo castigó por los pecados que El hizo? No, no; Jesús no tenía pecados. Dios le castigó en lugar de ustedes y en lugar de mí. Dios castigó a Jesús por nuestros pecados. Los hombres malos tomaron a Jesús y lo clavaron en la cruz y allí murió por ustedes. Dios lo castigó tanto que ni siquiera podemos imaginarlo. Y Jesús quiso llevar el castigo por ustedes. ¡Qué bueno es Jesús!

Un día un hombre robó cierta cantidad de dinero y un policía lo llevó a la cárcel. Fue presentado delante del juez para que éste dijera el tiempo que debía estar preso. El juez quedó muy sorprendido al verle, pues aquel hombre era un amigo suyo. Pero el juez tenía que cumplir con su deber y no podía dejarlo ir libre sólo porque era su amigo. Así que el juez le dijo: “Tienes que devolver el dinero que robaste y además pasarás treinta días en la cárcel.”

“Pero es que no tengo dinero: lo gasté todo,” dijo el que había robado.

“Entonces”, dijo el juez, “Yo pagaré el dinero e iré a la cárcel en lugar tuyo, para que puedas regresar a tu casa y cuidar a tu familia.” Y el juez pagó el dinero y estuvo en la cárcel los treinta días en lugar de su amigo

“Entonces”, dijo el juez, “Yo pagaré el dinero e iré a la cárcel en lugar tuyo, para que puedas regresar a tu casa y cuidar a tu familia.” Y el juez pagó el dinero y estuvo en la cárcel los treinta días en lugar de su amigo.

Esto que hizo el juez es algo semejante a los que Dios ha hecho por nosotros. Dios dijo que debíamos sufrir por nuestros pecados. Luego sufrió El en nuestro lugar, al morir Jesús por nosotros.

Yo creo que nunca podremos agradecerle bastante a Dios por ser tan bueno con nosotros. ¿Qué les parece a ustedes?

ALGO QUE LEER EN LA BIBLIA:
Lucas 22:39-46; Lucas 32:27-38

PREGUNTAS:
1. ¿Cuánto te ama Dios?
2. ¿Cuánto amas tú a Dios?
3. ¿Cómo le puedes mostrar tu amor a Dios?

ORACIÓN:
Nuestro Padre Celestial, sabemos que el Señor Jesús nos amó tanto que murió por nosotros. Ayúdanos a amarle y a darle nuestra vida. Nuestra vida te pertenece a Ti y necesitamos ayuda para usarla para tu obra. Te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.

UN HIMNO QUE CANTAR:
La cruz excelsa al contemplar
Do Cristo allí por mí murió,
Nada se puede comparar
A las riquezas de su amor.

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